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domingo, 21 de noviembre de 2010

Reflexiones de una amiga

Esta es una reflexión de una amiga mia, Ana, os la dejo para vuestro disfrute:

Me gustaría explicar la siguiente ilustración, simplemente por ejemplificar nuestra manera de ver las cosas:

(Empecemos como de costumbre) Érase una vez, un matrimonio, que como cada mañana, desayunaban en una pequeña mesa en su cocina.

Un día la mujer miró por la ventana y vió la ropa tendida de su vecina. La mujer comenzó ha hablar de la ropa de la vecina: pero mira que sucias tiene las sábanas, ¿de qué manera lavará esta mujer su ropa?, y ¿te has fijado cómo tiende?... .

A la mañana siguiente el matrimonio se levantó a desayunar cómo de costumbre y el tema de conversación de la mujer era la ropa de la vecina. Al día siguiente igual, y al otro, y al otro, y al otro… . Pero el marido nunca decía nada.

Una mañana el marido se levantó más temprano que de costumbre, limpió la cocina y preparó un buen desayuno para su mujer. Cuando la mujer se levantó miró por la ventana, y cómo de costumbre, empezó a hablar de su vecina, pero esta vez, empezó a decir cosas positivas de su vecina: “Fíjate, que blancas son sus sábanas, que ropa más limpia y bien tendida”. Pensó: “no se que habrá pasado para que cambie”.

Por fin, el marido, después de tanto tiempo sin abrir la boca, dijo:

-No cariño, la vecina no ha cambiado. Esta mañana me desperté más temprano de lo acostumbrado para prepararte un rico desayuno y limpiar NUESTRA ventana. No era la vecina la que tenia las sabanas sucias sino era nuestra ventana.

Y es que a veces no son los demás los que hacen las cosas mal, sino puede que sea “nuestra ventana” la que está sucia. El problema de hoy en día es que nadie hace un mínimo esfuerzo por limpiar su ventana, porque siempre es más fácil ver los defectos de los demás y pasar por alto que realmente es nuestra culpa.


-- Desde Mi iPad

1 comentario:

  1. Buena fábula, estaba deseando llegar y descubrir el final. A veces las ventanas ya no se pueden limpiar, el tiempo pasó. Es la única desgracia con la que te puedes encontrar.
    Sobre la otra entrada anterior, quería decirte que tienes toda la razón, pese a que no te pudiera comentar ayer porque iba con prisa. La sociedad de hoy día gasta papel innecesario, muestra ideales a seguir horribles y se basa en un egocentrismo que superar límites. Espero que nos dejen encontrar nuestro lugar correspondiente.

    Un beso!

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